miércoles, 15 de febrero de 2012

CARTA A LOS ROMANOS. OBJECIONES. 3,1-20.

3      1Entonces, ¿en qué es superior el judío?, ¿de qué sirve la circuncisión?
 2-De mucho, bajo cualquier aspecto. Ante todo, porque a ellos se les confiaron los oráculos de Dios. 3¿Qué importa que algunos hayan sido infieles? ¿Es que la infidelidad de éstos va a anular la fidelidad de Dios? 4De ninguna manera; hay que dar por descontado que Dios es leal y que los hombres por su parte son todos desleales, como dice la Escritura:

                     Tus argumentos mostrarán tu inocencia
                     y en el juicio saldrás vencedor (Sal 50,6)

           5-Pero entonces, si nuestra iniquidad hace resaltar la rectitud de Dios, ¿qué se deduce? ¿No es Dios inicuo al descargar la cólera? Hablo en términos humanos.
           6-¡De ninguna manera! En ese caso, ¿cómo podría Dios juzgar  el mundo?
           7-Pero sí, por causa de mi deslealtad, la lealtad de Dios redunda en gloria suya, ¿por qué encima se me condena a mí como pecador?
           8-Y ¿por qué no decir ya "hagamos el mal para que resulte el bien"? Esa calumnia nos levantan y algunos van diciendo que eso enseñamos; razón hay para condenarlos.
           9-En resumidas cuentas, ¿llevamos alguna ventaja?
             -Todo considerado, ninguna, porque acabamos de probar que todos, judíos y paganos, están bajo el dominio del pecado; 10así lo dice la Escritura:

                          Ninguno es inocente, ni uno solo,
                       11no hay ninguno sensato,
                           nadie que busque a Dios.
                       12Todos se extraviaron, igualmente obstinados,
                           no hay uno que obre bien, ni uno solo.
                       13Su garganta es un sepulcro abierto,
                           mientras halagan con la lengua
                           con veneno de víboras en sus labios.
                       14Su boca está llena de maldiciones y fraudes,
                       15sus pies tienen prisa para derramar sangre;
                       16destrozos y ruinas jalonan sus caminos,
                       17no han descubierto el camino de la paz.
                       18El respeto a Dios no existe para ellos
                           (Sal 13,1-3; 5-10; 9,28; Is 59,7-8)

        19Como sabemos, siempre que la Ley habla se dirige a sus súbditos; con esto se les tapa la boca a todos y el mundo entero queda convicto ante Dios 20dado que "ningún mortal quedará rehabilitado ante él" (Sal 143,2) por haber observado la Ley. De hecho, la función de la ley es dar conciencia del pecado.

EXPLICACIÓN.

1-20.    Pablo se debate en un difícil problema (cf. 3,2: de mucho; 3,9: ninguna). La ventaja del judío estaba en tener una relación con Dios que no tenía el pagano. Desde el punto de vista de Dios, la superioridad de Israel es grande. La culpa del fracaso está de parte del hombre (1-4). Objetor: Del pecado Dios sale ganando, ¿por qué castiga? Se excusa de su lenguaje. Pablo alude a Gn 18,25: "El juez del mundo entero, ¿no hará justicia?" (5-6). Pero la objeción sigue en pie. Pablo niega que el fin justifique los medios y que el mal sea instrumento de bien (7-8). Si Dios es paciente con el hombre, no es para que aumente el pecado, sino para dar tiempo a la enmienda, respetando la libertad (2,3: 3,25b-26; 11,30-32).


Aunque por concesión divina, el judío tenía todas las ventajas (1-8), las ha perdido por su falta de respuesta (vv.9.29). Con el centón de citas del AT (10-18) muestra Pablo la corrupción que ha causado la ruptura con Dios (10b-12): los crímenes de palabra (13-14) y de obra (15-17): colofón (18). Judíos y paganos se encuentran en idéntica situación (19). Debido a la mala opción del hombre (Sal 143,2), el papel de la Ley ha quedado reducido al de acusadora de los pecados (cf. 7,7-25).

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