miércoles, 15 de febrero de 2012

CARTA A LOS ROMANOS. EL JUDÍO NO ES MEJOR. 2,1-16.

2      1Por eso tú, amigo, el que seas, que te eriges en juez, no tienes disculpa; al dar sentencia contra el otro te estás condenando a ti mismo, porque tú, el juez, te portas igual.
            2-Pero, ¡sabemos que Dios condena con razón  a los que obran de ese modo!
            3-Y tú, amigo, que juzgas a los que obran así mientras tú haces lo mismo, ¿te figuras que tú sí vas a escaparte de la sentencia de Dios? 4¿O es que no das importancia a su inagotable benignidad, a su tolerancia y a su paciencia, sin darte cuenta de que la benignidad de Dios te está empujando a la enmienda?
           5Pues con la dureza de tu corazón impenitente te estás almacenando castigos para el día del castigo, cuando se revelara el justo juicio de Dios, 6que pagará a cada uno según sus obras. 7A los que perseveraron en hacer el bien, buscando gloria y honor que no decaen, les dará vida eterna; 8a los que por egoísmo se rebelaron contra la verdad y se afiliaron a la injusticia, les dará un castigo implacable.
          9Aflicción y angustia tocarán a todo el que comete el mal, en primer lugar al judío, pero también al griego; 10gloria, honor y paz a todo el que practica el bien, en primer lugar al judío, pero también al griego. 11Porque Dios no tiene favoritismos; 12los que pecaban sin estar bajo la Ley, perecerán sin que intervenga la Ley; los que pecaban bajo la Ley, por la Ley serán juzgados. 13Porque no basta escuchar la Ley para estar a bien con Dios, hay que practicar la Ley para recibir su aprobación.
         14Me explicó: cuando los paganos, que no tienen Ley, hacen espontáneamente lo que ella manda, aunque la Ley les falte, son ellos su propia Ley; 15y muestran que llevan escrito dentro el contenido de la Ley cuando la conciencia aporta su testimonio y dialogan sus pensamientos condenando o aprobando.
        16Así será el día en que Dios juzgue lo escondido en el hombre; y, según el evangelio que predico, lo hará por medio de Jesús el Mesías.

EXPLICACIÓN.

1-16.  Pablo usa el estilo de la diatriba, creando un objetor ficticio. Como éste es judío, Pablo se pone a su nivel y acepta sus premisas, que no son las cristianas. El judío admitía el juicio por las obras, y Pablo argumenta ad hominem. Por poseer la Ley de Moisés y llamarse "judío", creía tener cierta inmunidad respecto al juicio de Dios. Armado de la Ley, podía juzgar al resto de la humanidad; por otra parte, la benignidad, tolerancia y paciencia que Dios ha mostrado en la historia de Israel lo persuadía de que Dios castiga a los israelitas con menor severidad que a los otros pueblos (1-4). Amigo (1.4), lit. "Hombre".


          Pablo lo desengaña. El conocimiento de Dios se ha dado para que guíe la conducta del hombre (5-8). No hay diferencia entre judío y no judío (9-13), y tampoco el pagano carece totalmente de ley (14-15). El v.16, que enlaza con el v.13, recuerda el contexto cristiano. La imagen del juicio sirve para recordar la responsabilidad personal.

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