30¿Qué se concluye?
Que los paganos, que no tenían por meta una rehabilitación, consiguieron una
rehabilitación, la rehabilitación por la fe. 31Israel, en cambio, que tenía por
meta una Ley rehabilitadora, no llegó a la Ley. 32¿Qué pasó? Que al no apoyarse
en la fe, sino, como ellos sostienen, en las obras, tropezaron con el obstáculo
de esa piedra 33que menciona la Escritura:
Mirad, coloco en Sión una piedra de obstáculo,
una roca para
caerse;
pero quien crea
en ella no quedará defraudado (Is 28,16).
10
1Hermanos, mi anhelo más
profundo y lo que pido a Dios por ellos es que se salven. 2Que tienen fervor
religioso lo declaro en su honor, pero mal entendido; 3pues, olvidándose de la
rehabilitación que Dios da y porfiando por mantenerla a su modo, no se
sometieron a la rehabilitación de Dios. 4Porque el fin de la Ley es el Mesías,
y con eso se rehabilita a todo el que cree.
5La rehabilitación que viene por
la Ley la define Moisés en estos términos: "El que cumple estos preceptos,
por ellos vivirá" (Lv 18,5); 6en cambio, la rehabilitación que viene por
la fe se expresa así: "No te preguntes: ¿quién subirá al cielo? (es decir,
con la idea de hacer bajar al Mesías); 7ni tampoco: ¿quién bajará al
abismo?" (es decir, con la idea de sacar al Mesías de la muerte). 8¿Qué
dice entonces? Esto: "A tu alcance está la palabra, en tus labios y en tu
corazón" (Dt 30,14); la palabra, es decir, la fe que proclamamos. 9Porque
si tus labios profesan que Jesús es Señor y crees de corazón que Dios lo
resucitó de la muerte, te salvarás. 10La fe interior obtiene la rehabilitación
y la profesión pública obtiene la salvación, 11pues dice la Escritura:
"Ninguno que crea en él quedará defraudado" (Is 28,16). 12Y ya no hay
distinción entre judío y griego, porque uno mismo es el Señor de todos,
generoso con todos lo que lo invocan; 13porque "todo el que invoca el
nombre del Señor se salvará" (Jl 3,5).
14Pero, ¿cómo van a invocarlo sin
creer en él?, y ¿cómo van a creer sin oír hablar de él?, y ¿cómo van a oír sin
uno que lo anuncie? 15y ¿cómo lo van a anunciar sin ser enviados? Según aquello
de la Escritura: "Bienvenidos los que traen buenas noticias" (Is
52,7).
EXPLICACIÓN.
9,30-10,15. Responsabilidad humana. Los paganos no han
conseguido la rehabilitación con su propio esfuerzo, en cambio Israel ha
pretendido hacerlo; mal camino, porque el amor no se puede forzar. Ahora que
Dios ha manifestado inequívocamente su voluntad, Israel la rechaza, aferrándose
a la Ley. Pero era necesario abolirla, para que todos pudiesen creer. El
Mesías, fin de la Ley. El fervor, estado psicológico, no tiene valor en sí
mismo, ni la sinceridad establece la verdad (9,30-10,4).
Se podría haber logrado la
rehabilitación por la Ley (Lv 18,5) si no hubiera estado por medio el pecado
(5) (cf. 7,7-25). El Mesías no es una figura celeste inaccesible, como el de la
literatura apocalíptica, ni tampoco un maestro del pasado (abismo) (Dt 9,4),
sino el Señor que está cerca (6-7). La nueva palabra es la profesión de fe, que
nace del corazón (Dt 30,12-14). La fe, que es entrega a Dios en la adhesión a
Jesús Mesías, obtiene la rehabilitación. La profesión pública, que es una
ruptura con el pasado y un compromiso de acción, obtiene vida (Espíritu) y
salvación (Is 28,16; Jl 3,5) (10-13). Jesús, a diferencia de Moisés, no ha
dejado libros. Es la palabra viva de la predicación la que transmite su mensaje
(Is 52,7) (14-15).
No hay comentarios:
Publicar un comentario